Si
tuviera que decir cómo soy, pues diría que soy capaz de enamorarte
diciendo solo una palabra. Soy capaz de llegar a todas las notas
musicales con mi dulce voz. Mis cuerdas son capaces de decir toda la
verdad. Mi cuerpo y boca te engatusarán. Además, puedo guardar
conmigo miles de tristezas que al tocarme desaparecen.
Miles
de personas me llevan consigo y, por supuesto, soy la acompañante de
muchos viajeros que se paran por las calles a
hacerme hablar. Suelo
decir que muchas personas se ganan la vida conmigo y también
soy el por qué de miles de canciones que llegan a lo más alto. Por
eso y por más estoy tan orgullosa.
Si
tuviera que decir cual es el mejor día de mi larga vida, no elegiría
cuando millones de artistas famosísimos me suben al escenario… Yo
me quedo con la sencillez del compañero más sincero que me toca a
la vista de todo el mundo sin exigir un precio por vernos hacer lo
que nos gusta.
Todo
esto me lleva a decir que cuando me tocan, la dulzura que desprendo
se saborea hasta en los paladares más exquisitos. También me quedo
con la admiración que siente tanta gente por querer tocar mis
cuerdas de metal. Desde donde estés serás capaz de oler el nácar
que me forma, un olor a mar, y esa madera que lo acompaña, me
completa. Y, por supuesto, no podrás dejar de oírme, me convertiré
en irresistible, para ti y tus oídos.
Estoy
tan agradecida de formar parte de esta familia tan grande, cada una
de nosotras tan bonita, tan elegante, tan única.
Poema a la guitarra
Dueña de fantasías
de tristezas y dolores,
fiel acompañante
de aquel viejo caminante
que mucho más no ha de tener.
En tu sedosa silueta
mis manos eh de apoyar
y sobre tu dulce boca
mis ojos han de admirar.
Tu piel, más lisa que turbia,
y todas tus armoniosas curvas
te sientas en mis piernas y me haces delirar
y cuando te toco ya no puedo parar.
Es como un poeta que todas sus poesías narra
no es una mujer, sino que una guitarra
morocha, rubia o colorada
a veces con la boca ovalada.
Resuenan sus cuerdas como una campana
es el sueño de la madrugada
canciones bajo la luna llena,
en una fogata o en la arena.
Con amigos o sin ellos
siempre sus sonidos bellos
diferenciando de aquellos
que no te supieron querer.
de tristezas y dolores,
fiel acompañante
de aquel viejo caminante
que mucho más no ha de tener.
En tu sedosa silueta
mis manos eh de apoyar
y sobre tu dulce boca
mis ojos han de admirar.
Tu piel, más lisa que turbia,
y todas tus armoniosas curvas
te sientas en mis piernas y me haces delirar
y cuando te toco ya no puedo parar.
Es como un poeta que todas sus poesías narra
no es una mujer, sino que una guitarra
morocha, rubia o colorada
a veces con la boca ovalada.
Resuenan sus cuerdas como una campana
es el sueño de la madrugada
canciones bajo la luna llena,
en una fogata o en la arena.
Con amigos o sin ellos
siempre sus sonidos bellos
diferenciando de aquellos
que no te supieron querer.
Rafael Rodríguez. Encontrado en: Foros
guitarra.artepulsado
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