Estoy tres de las cuatro estaciones
metido en el canapé de la cama. Salvo que seas nadador. Solo salgo
en verano, pero disfrutas conmigo. Son los mejores momentos. Los que te
llevas añorando todo el resto del año. Puedo ser de muchos colores. Cada un tiempo me cambias por otro modelo. Me donas a alguien más
pequeño que me pueda volver a utilizar. Sin mí bañarte sería
incómodo, no sería lo mismo. Aunque me olvides en la parte más oscura
de tu casa siempre te acabas acordando de mí.
El año pasado estuve
al lado de esa pelota de playa pinchada que nunca tiráis. Era una
pesada, solo contando sus batallitas con los niños. Pero bueno eso es
otra historia.
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