lunes, 6 de junio de 2011

UN DÍA EN EL PUEBLO

Al entrar en aquel autobús me llegó de repente un fuerte olor a pies que procedía de atrás del autobús era una mujer con el pelo sucio, con un bigote de tres metros, la ropa rota y con los zapatos quitados. El autobús llega a la parada pero siguió el olor. FIN
Las luces parpadeaban en la discoteca con colores diferentes. La música sonaba muy mal, los altavoces eran penosos.
Cuando vi entrar a la del olor a pies, la discoteca pronto notó el olor y la discoteca se quedó sola por la peste que se acumuló. FIN
La calle estaba desierta en la lejanía las luces de un gran vehículo se acercaban. Un tio se cruzó la carretera sin mirar para los lados, y tropezó con el bordillo. Se cayó en la carretera y lo pilló el coche y le pasó por lo alto del pecho y lo mató. Y se dio a la fuga. FIN
El puesto de pescado del mercado estaba abarrotado. Una gran cola esperaba su turno con impaciencia, esa pescadería era muy famosa ya que su dependienta, Barbara, si quría le podías pedir que te hiciera el pescado en su barbacoa al instante.
La dependienta Barbara en su parrilla le podía hacer el pescado, pero se dieron cuenta que el pescado estaba podrido.
FIN
La clase estaba alborotada. Manolito tiraba aviones de papel de fabricacion propia.
Un día le puso al avión una puntilla en la punta. Tal fue la casualidad que le dió a Nerea en el ojo gato, tubo que ir al médico pero se quedó tuerta.

BENITO ROMERO SÁNCHEZ Y CRISTÓBAL VELA RAMÍREZ - 3ºE

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