sábado, 14 de junio de 2014

Resumen del mito de Irene

En Tracia vivía un famoso cantor llamado Orfeo. Tenía una voz clara como el cristal y dulce como la miel. Una vez, durante un viaje por el mar, cuando la tormenta amenazaba con hundir el barco, Orfeo comenzó a cantar  y su voz aplacó en el acto la furia terrible del viento y de las olas.
Orfeo se enamoró de Eurídice, una ninfa bellísima que vivía en uno de los bosques de Tracia. La quería con locura y se casó con ella con el convencimiento de que seguirían juntos hasta la vejez.  Por desgracia, el mismo día de la boda, murió Eurídice.
Orfeo intentó recuperarla del reino de los muertos. Prefería arriesgarse a morir, antes que vivir lejos de Eurídice. Entró en una cueva  donde habitan los muertos. Descendió sin descanso a través de oscuras sendas abiertas entre rocas, y al fin llegó a las orillas del río Aqueronte. Allí vivía el sobrino Caronte era muy antipático, y nunca hablaba con nadie, pero cuando vio a Orfeo no pudo quedarse callado. ¿Se puede saber qué estás haciendo aquí? ¿Es que no sabes que los vivos no podéis acercaros a estas tierras? Le respondió con una canción. Orfeo pudo llegar ante Hades, el rey del más allá. También le cantó para él. Le dijo que se podía llevar a su esposa. Pero tenía que cumplir  una condición.

No la cumplió y perdió a Eurídice por segunda vez. Orfeo fue haciéndose viejo y llegó  la hora de su muerte. Los ruiseñores se reúnen desde entonces a cantar. Pero Orfeo no puede oírlos, pero no le importa, porque ahora es feliz: está a la orilla de los muertos, junto a Eurídice y ya no tiene miedo de perderla.

1 comentario: