"Don Quijote en el tren de Jerez"

Don Quijote se levantó y llamó a Sancho Panza para ir a Jerez. Fue a la estación y se montó en el tren. Cuando llegó a Jerez, fue al Decathlon, Ikea, Área sur y más tiendas. 

Se creyó que los coches eran minotauros y entre la multitud le pilló un coche. A la vuelta perdió dos trenes. Tuvo que esperar y se tomó unos seis capuchinos, se quedó muy mareado. 

Al final se montó en el tren que llevaba a Lebrija, pero cuando llegó a Lebrija no se abrieron las puertas y el tren siguió su trayectoria. Llamaron al revisor para decirle que no se abrieron las puertas, y el revisor les dijo que tenían que haberle dado a un botón y Don Quijote se enfadó mucho con el revisor porque, según él, tendrían que haberse abierto las puertas automáticamente. Don Quijote fue a pegarle al revisor, pero Sancho Panza le separó. 

El revisor les dijo que pararían en las Cabezas para dejarlos allí. El revisor los dejó en las Cabezas, entonces Don Quijote y Sancho Panza se fueron a Lebrija en Rocinante, el caballo de Don Quijote y Rucio, el burro de Sancho Panza, ya que el caballo y el burro también fueron de viaje.