Un niño de cuatro años de edad desenterró por casualidad un raro colgante
de oro del siglo XVI, que puede haber pertenecido a la familia de Enrique VIII
y puede valer, por lo menos, cuatro millones de dólares.
El pequeño, que vive en la localidad británica de Essex, se encontraba jugando
con un detector de metales que le regaló su abuelo cuando literalmente,
encontró un verdadero tesoro.
Fue su padre, de 34 años, el que cavó en el barro y desenterró el colgante de oro.
James estaba muy contento cuando se dio cuenta de que había encontrado un tesoro.
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